Más testimonios complicaron la situación de Goyeneche en el Jury

Los testimonios de los fiscales Patricia Yedro e Ignacio Aramberri corroboraron hechos que complican la situación de la Procuradora Adjunta Cecilia Goyeneche en el jury que se le sigue por mal desempeño de su cargo • La exposición de su esposo, Luis Sebastián Orlando Bertozzi, también dejó conos de sombra sobre la postura de la defensa

La segunda jornada de audiencias del jury contra Goyeneche tuvo tres ejes centrales: la consolidación de la hipótesis de que entre la Procuradora y Pedro Opromolla, imputado en la causa “Contratos”, había un vínculo comercial; el declive de la teoría de que hubo un ensañamiento contra el testigo de esa investigación, Mario Deillof y los desatinos de la presidenta del Jurado, Verónica Mulone, en la conducción del debate.

Los fiscales Yedro y Aramberri aportaron datos claves en su testimonio para consolidar la posición acusatoria de que entre Goyeneche y Opromolla había un conocimiento y que la Procuradora intentó minimizarlo hasta que la situación explotó.

Ambos integrantes del Ministerio Público Fiscal fueron coincidentes en varios tramos centrales.

Uno de ellos fue que Goyeneche les informó entre el inicio de la causa, 20 de septiembre, y antes de los allanamientos que incluyeron el estudio de Opromolla, principios de octubre, que este contador tenía una amistad con su esposo de la época de estudiantes en los años ’90.

En rigor, Orlando Bertozzi había sido socio de Opromolla y de otro de los imputados a fines de esa década, antes de irse del país. Además, había motorizado que la fiscal y el imputado adquirieran en partes iguales participaciones en dos fideicomisos de construcción. Incluso días antes de que se descubriera el primer hecho de la causa “Contratos”, tanto Orlando Bertozzi como Goyeneche habían ido a pedirle a Opromolla una certificación de ingresos para adquirir un vehículo 0km.

Más adelante, los agentes fiscales fueron contestes en señalar que durante una “conversación informal” posterior a los allanamientos, Goyeneche les comentó que estaba realizando la transferencia de una propiedad que tenía en conjunto con Opromolla y que estaba en proceso de transferencia. Asimismo, manifestaron que la Procuradora Adjunta expresó en ese momento que el Procurador General, Jorge García, estaba al tanto de la situación.

El inmueble de referencia es una propiedad en calle 9 de Julio adquirida en conjunto entre Goyeneche y Opromolla a través de un fideicomiso que regenteaba Orlando Bertozzi quién, aseguró, tuvo que convencer a su esposa para que se sume a la inversión porque era remisa. Luego sumó a su ex compañero de estudio a la inversión, según dijo. Este monoambiente fue alquilado. El alquiler se pagaba a Opromolla quien descontaba los gastos y le entregaba el remanente en mano a Orlando Bertozzi.

La situación de este inmueble es paradigmática. Imposibilitado de ser escriturado porque la dueña del terreno donde se levantó la construcción había fallecido y por lo tanto se había abierto una sucesión, Opromolla le sugirió a Orlando Bertozzi alquilar una unidad funcional del fideicomiso para generar una renta. Esto echaría por tierra el postulado de la defensa de que Goyeneche, al invertir en el fideicomiso, tenía una parte de este bien pero no una copropiedad con Opromolla. De lo contrario, el contador o la fiscal hubieren podido rentar su parte con cualquier otro inversor del fideicomiso que estuviere en su misma situación.

? ¿No analizaron o aconsejaron que podía afectar la imagen de la investigación (que Goyeneche y Opromolla compartieran el alquiler de un departamento)? – preguntó Justet

?Recuerdo que lo charlamos con ella. También con la doctora Yedro. Pero ella (Goyeneche) dijo que estaba por ceder esa parte del inmueble y no constatamos ninguna pérdida del principio de objetividad. El comportamiento de la doctora (Goyeneche) fue impecable. Además esta situación estaba en conocimiento del Procurador y de advertir algún problema se lo habría dicho a ella o al procurador – respondió Aramberri.

• Labor de campo

El trabajo más intenso recayó, según dijeron Yedro y Aramberri, en ellos y una empleada del Ministerio Fiscal. Goyeneche hizo tareas de coordinación y no participó en los allanamientos, hasta que una licencia tomada por Yedro la llevó a tener una participación más activa.

Ambos fiscales esquivaron las preguntas y repreguntas del Fiscal Gastón Justet para indicar si durante el allanamiento al estudio contable se encontraron documentos de los fideicomisos a los que Opromolla les hacía la liquidación impositiva a pedido de Orlando Bertozzi, quien reconoció que llevó de clientes al estudio a varios clientes, incluso a familiares. Sin embargo, aseveró que no recibía pagos por gestión.

Aramberri fue quien dijo que antes de solicitar el embargo de los bienes de Opromolla junto a los demás imputados se requirió una inhibición general de bienes. Esta medida se tomó en los primeros días de octubre, por lo que la transferencia de la mitad del departamento de 9 de Julio que hizo Goyeneche hacia su sobrina a título gratuito se concretó con esa medida restrictiva vigente al menos sobre la otra parte.

Orlando Bertozzi, en su testimonio, marcó que un primer departamento que su amigo y su esposa habían adquirido en conjunto a través de un fideicomiso, ubicado en calle La Paz, había sido comprado a Opromolla pero esa operación no se pudo registrar. Según arguyó, el bien se había escriturado recientemente por lo que la escritura no había sido ingresada aún al Registro de la Propiedad. Eso impedía hacer una nueva escritura. Por eso se hizo un boleto de compraventa. Esto fue lo que llevó a que cuando se lo embargó al contador, el inmueble que era por completo de Goyeneche quedara dentro de la medida judicial, consignó.

El esposo de la Fiscal aseveró además que su amistad con Opromolla concluyó en los primeros días de octubre de 2018 cuando se enteró de que estaba implicado en un caso de corrupción. Además, expresó que nunca compartió vacaciones con su ex socio y sus respectivas parejas y familias. Consignó que la foto donde se los ve a los cuatro juntos en un paisaje invernal fue un encuentro casual en Bariloche, donde había llegado junto con Goyeneche a un encuentro de procuradores. Allí coincidieron por azar con Opromolla y su familia y tomaron la fotografía.

• Testigo en peligro

Así como la labora de la acusación se centró en la cuestión de los inmuebles, la defensa apuntó sus cañones a desacreditar las acusaciones contra Goyeneche por haber allanado y secuestrado el teléfono del testigo Deillof, cadete de Integral Asesoría, luego de que dijera en una entrevista en Fiscalía que Orlando Bertozzi era parte del estudio.

Aramberri y Yedro asumieron plenamente la responsabilidad sobre la decisión y dejaron de lado cualquier responsabilidad de Goyeneche. Adujeron que habían pedido estas acciones luego de rever la entrevista y notar la gravedad de las falsedades que Deillof había expresado.

El cadete había sido llamado a dar testimonio porque aparecía en la documentación secuestrada. Primero negó y luego reconoció cobrar un contrato de la Legislatura. Y lo mismo hizo con el vínculo con uno de los contadores que operaba en el estudio. Entonces solicitaron las medidas de secuestro y allanamiento, algo que ya habían realizado en dos oportunidades anteriores, según expresaron.

El principio legal establece que si un testigo se está incriminando en un delito, el Fiscal debe suspender el interrogatorio y pedirle que nombre un abogado defensor. Sus dichos en la testimonial pierden validez y deberá ser llamado a declarar nuevamente en calidad de indagado. Nada de eso se concretó en el caso particular de Deillof ni en los otros dos.

• Cuestión de altura

Durante la audiencia, la jurado Verónica Mulone, representante del Colegio de la Abogacía, cometió graves errores en el manejo del debate los que, más allá de las risas que motivaron circunstancialmente durante la audiencia, pueden resultar causales de nulidad de parte de la prueba:

  • Tras tomar juramento a Aramberri y a Yedro, hizo pasar a esta última a testimoniar, pero no le consultó por las generales de la ley (si era amiga, enemiga; deudora o acredora, etc. de la acusada).
  • Yedro se retiró de la audiencia en esa situación. Alertada, de lo ocurrido cuando Aramberri estaba promediando su testimonio, interrumpió el interrogatorio y le preguntó por las generales de la ley.
  • Ambos dijeron que nos les cabían las generales de la ley y obviaron manifestar que eran subordinados jerárquicos de Goyeneche en la estructura del Ministerio Público Fiscal.
  • Al preguntar por las generales de la ley a Orlando Bertozzi, éste respondió: “Soy el esposo”. “¿Tiene alguna relación de parentesco con la acusada?”, insistió Mulone. “Soy el esposo”, repitió Orlando. “¿Tiene interés en el resultado de la causa?”, prosiguió la presidenta del Jurado. “Soy el esposo”, reiteró Orlando en medio de las risas contenidas de toda la concurrencia. Mulone suspendió allí este cuestionario y lo invitó a exponer.
  • Cuando Orlando Bertozzi había avanzado en su exposición, Mulone lo interrumpió y le dijo que había olvidado indicarle que no tenía obligación de declarar contra su esposa. El testigo sonrió ante la mirada atónita de las partes y el resto del Jurado.

(APFDigital)