El Dr Rubén Pagliotto, uno de los promotores del Jury de Enjuiciamiento que terminó con la destitución de la Fiscal Anticorrupción Cecilia Goyeneche, postula la inmediata renuncia del Procurador General, Jorge García, a quien le asigna “la mayor responsabilidad en los sucesos disruptivos acaecidos todos estos días” · “Es hora de que la Procuración esté ocupada por personas que honren y enaltezcan el organismo”, valoró el abogado
Para Pagliotto, el Procurador General “ha incidido de modo dirimente en la estrategia comunicacional para reivindicar a la destituida fiscal, faltando a la verdad, tergiversando la realidad de los hechos y sembrando enorme confusión en la ciudadanía, al ocultar cuidadosamente la realidad de los motivos que dieron lugar a que, por mayoría, el Honorable Jurado de Enjuiciamiento dispusiera la destitución de la Procuradora Adjunta, Cecilia Andrea Goyeneche”.
Los dichos de Pagliotto fueron emitidos frente a los “incalificables hechos de vandalismo y violencia patoteril de un grupo organizado de personas que propician la restitución al cargo de la Procuradora Goyeneche y repudian al Ex Gobernador Uribarri”.
El abogado señaló que este grupo “ha agredido bienes públicos del municipio y escrachado con inusitada violencia a un grupo de respetados y caracterizados colegas que ejercen defensas de ciudadanos imputados por supuestos hechos de corrupción, llegando incluso a provocar daños en el inmueble donde funciona el estudio de los estimados Dres. Barrandeguy, Pérez y Méndez”.
“Correspondía que algunos de los tantos fiscales que integran el Ministerio Público Fiscal o el mismísimo Procurador General, tan proclive a dar instrucciones a sus subordinados hasta en temas ínfimos e intrascendentes, procedieran a abrir de inmediato una Investigación Penal Preparatoria (IPP) tendiente a identificar personas intervinientes en los gravísimos desmadres aludidos, la intensidad de los mismos y el nivel de participación que cada persona tuvo en los hechos acometidos en contra de bienes públicos y de los abogados agredidos verbal y gestualmente con frases propias de autoritarios y antidemocráticos”, cuestionó Pagliotto.
Según explicó el abogado, estos hechos “exhibieron, como nunca, una intolerancia extrema y una irracionalidad preocupante”. “Muchas de las frases expresadas por estos grupos son la réplica exacta de las que ha pronunciado y pronuncia a diario la destituida Fiscal Goyeneche en su raid mediático de mentiras, injurias y ocultamiento de la verdad”, agregó.
· “Falta de compromiso” del Procurador
El abogado criticó “la inercial quietud y absoluta falta de compromiso que caracteriza al Procurador General”, ya que “miró para otro lado, cerró los ojos y la boca, como que aquí no hubiese pasado nada”.
A su criterio, “si los mismos hechos se hubieran producido en un caso de gente común, en una actitud de plagiada sobreactuación, García hubiera dado un encendido discurso achacándoles a los revoltosos un “desprecio por lo que comunica la norma y que excediendo el riesgo permitido, conociendo y sabiendo que despreciaban lo prohibido, pusieron en jaque la paz social y bienes públicos y privados, con lo cual se comprometía esa Procuración a iniciar las actuaciones correspondientes….”.
“No ha sido este el caso”, cuestionó y recordó que “aquí están en juego intereses inherentes al MPF y en especial el del Procurador y su ex segunda, hoy destituida por haber sido responsable de graves desórdenes de conducta”.
“Esa falta de reflejos del Procurador que más se parece a impunidad que a desidia no puede ni debe tolerarse”, fustigó Pagliotto, quien indicó que “de inmediato debería iniciarse una causa penal por ostensible incumplimiento funcional al Sr. Procurador, quien tiene posición de garante de la legalidad y por ello debe evitar que estas cosas ocurran o bien que, ocurridas, debe de inmediato ordenar el inicio de una investigación de oficio”.
“Es por lo que no ha hecho que se le debe iniciar una causa penal en su contra y, a la par, ante la absoluta pérdida de autoridad y confianza de los ciudadanos en su figura institucional, debería presentar su renuncia, contribuyendo con ello a restaurar el orden alterado y la institucionalidad perdida”, continuó y afirmó que “quizás su renuncia sea la mayor contribución que pueda hacerle a la provincia y sus habitantes”.
“Si en casi 15 años de permanencia (no honró su cargo, sólo permaneció en él atado a sus privilegios y altísima cuota de poder) no fue capaz siquiera de escribir a lápiz un borrador de Política Criminal, menos lo hará en este momento, donde su figura y autoridad están altamente deterioradas y desjerarquizadas por su propia inacción y por querer jugar a la política sin tener cabal idea de ello ni se sus deletéreos riesgos”, sentenció Pagliotto a través de una nota enviada a este medio.
· “Devolver el prestigio perdido”
Pagliotto señaló que García “fue un Procurador que todo el tiempo, fiel a su narcisismo patológico, se miró su propio ombligo y construyó un inmenso poder a partir de ser un iniciador de causas contra funcionarios que jamás avanzaban o lo hacían muy poco y a paso de tortuga renga, con lo cual llegó un momento que propios y extraños, entre los que no me incluyo, comenzaron a temerle hasta llegar a lo reverencial, lo que significó generar una suerte de cambalache discepoliano alrededor de su figura”.
“Fue así, por caso, que disponía de dineros públicos para honrar compromisos y obligaciones que debía saldar con recursos propios; inventaba teorías desopilantes para dar impunidad a algunos y repartir castigos a otros (Caso Contratos truchos); conceder plazos a ciertos funcionarios para que pongan sus papeles en orden para no tener que iniciarles causas; ignorar ciertas denuncias a funcionarios con los que mantenía ciertos vínculos amistosos, manteniendo pisadas esas causas; o instruyendo a algún fiscal, para que adelante fecha de indagatoria de un ex gobernador, trasladándola para un día y horario inhábiles”, indicó y recordó también “el súper favorable acuerdo de juicio abreviado que defendió hasta donde más pudo a favor de José Allende, tarea que llevó adelante junto a su segunda a la sazón Procuradora adjunta Goyeneche”.
En línea con estos cuestionamientos, Pagliotto apuntó que García “realizaba nombramientos sin concurso a troche y moche y traslados arbitrarios de quienes habían rendido y ganado para una jurisdicción y que ejercieran a su antojo en otras; el mantenimiento impune en sus puestos de fiscales denunciados por acoso sexual de colegas y otras gravísimas irregularidades y así un cúmulo aún mayor al referido de irregularidades y desmanejos”.
“El Procurador, además, ha permitido, al menos tácitamente, que dependientes de su organismo, raíz de la destitución de Cecilia Goyeneche, hagan declaraciones que exorbitan las propias de un integrante del MPF o que otros porten carteles con acusaciones injuriantes a miembros del Poder Judicial y al propio servicio de justicia o que falten a sus trabajos para oficiar de clarke decadente de la destituida fiscal Goyeneche o firmar comunicados agresivos y calumniosos contra profesionales del foro y Magistrados de la provincia”, expresó.
“En fin, no le han quedado heces por hacer al Procurador General, habiendo permitido todo tipo de relajamiento dentro de su organismo, estando más dedicado a hacer politica y lobby que a diseñar una política criminal y cumplir con los deberes que las normas le imponen, despreciándolas y desoyéndolas de modo inexcusable, provocando con ello daños inconmensurables a la institucionalidad y alterando la paz social”, hizo notar el letrado.
“En aproximación típica y a la luz de los acontecimientos revoltosos de las últimas horas y también días, acaso el Procurador debió advertir y mandar a pesquisar la posible comisión del delito de Alzamiento público”, apuntó y explicó que “esto es, “alzarse sin armas con el propósito de impedir la ejecución de las leyes u órdenes” (art. 230, inciso 2 del CP)”. “Este delito importa la violación del orden constitucional y así debe considerarse a estos conatos, urdidos e ideados por gente con profundos conocimientos jurídicos, como se supone tienen los fiscales”, agregó.
“Es decir, tenemos por un lado estos hechos que constituyen el injusto antes referido y por el lado del Procurador General, su ostensible incumplimiento de positivos deberes a su cargo”, fustigó.
“Está claro entonces que le ha llegado la hora inexorable al Procurador de renunciar a su cargo y poder oxigenar un espacio institucional muy importante y necesario. Es hora también de que nuestros dirigentes políticos y funcionarios, asuman sin beneficio de inventario su responsabilidad y propongan para esos cargos a gente proba, comprometida, independiente y con los que hay que tener, para hacer las cosas como se deben y no como se quieren. Es hora de que la Procuración esté ocupada por personas que honren y enaltezcan el organismo, devolviéndole el prestigio que alguna vez tuvo pero que hace ya muchos años perdió. Ojalá así sea. Por el bien de todos y el mal de ninguno”, cerró. (APFDigital)